La Confederación de Organizaciones de Funcionarios del Estado (COFE) respondió con dureza a las declaraciones del senador electo Sergio Botana, quien denunció, en una entrevista con Fácil desviarse (Del Sol FM), que previo al balotaje de las elecciones nacionales se realizaron inspecciones de la DGI, BPS, Aduanas y Paso de Fronteras con "finalidad política". Según Botana, estas fiscalizaciones, y especialmente las de funcionarios del Ministerio de Desarrollo Social (Mides), fueron utilizadas para generar descontento en la ciudadanía, con amenazas de quitar prestaciones como la Tarjeta Uruguay Social.
COFE expresó su "profundo desacuerdo" con las acusaciones y calificó las declaraciones de Botana como una "teoría del disparate", rechazando las afirmaciones sin fundamento. El sindicato subrayó que los funcionarios públicos actúan bajo la dirección de sus jerarquías y que cualquier cambio en la intensidad de las fiscalizaciones responde a decisiones dentro de los organismos, no a una supuesta motivación política.
Desde COFE también se cuestionó la gestión de Botana como exintendente de Cerro Largo, recordando su falta de acción en fiscalizar el uso del casco en motos y su postura contra el proyecto de ley sobre el ingreso a las intendencias por concurso. Además, el sindicato lamentó las críticas de Botana hacia los trabajadores públicos, una tendencia que, según COFE, se ha intensificado dentro de su partido, ejemplificada por la promesa de Álvaro Delgado, candidato de la coalición, de reducir en 15.000 la cantidad de trabajadores del Estado.
En su comunicado, COFE instó a Botana a retractarse o, en su defecto, presentar pruebas concretas de sus acusaciones. El sindicato concluyó que las consecuencias del resultado electoral no están relacionadas con el accionar de los funcionarios públicos, y acusó al senador de "demonizar" a la clase trabajadora con un discurso que no concuerda con los llamados al diálogo que había hecho su partido durante la campaña.