27 de Octubre del 2023
Nancy Banchero
Artigas Pouy, presidente de la Sociedad de Psiquiatría del Uruguay
Los cambios en la sociedad golpean hasta la salud mental
Desolación
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 La sociedad atraviesa un tiempo donde los problemas de salud mental son una especie de epidemia, y la atención es escasa tanto en la salud pública como privada. Inaceptable.
 

En la región oeste del departamento de Colonia hay un psiquiatra para Salud Pública con residencia en Colonia del Sacramento y uno para la salud privada. Son miles de usuarios para dos profesionales. El presidente de ASSE (Atención de Servicios de Salud del Estado), Leonardo Cipriani, dijo al Portal Apu.uy en 2022 que se iban a contratar psiquiatras para Nueva Palmira (Departamento de Colonia). Promesa incumplida.
La depresión, el consumo de alcohol y sustancias peligrosas, son unas de las principales causas de suicidios y otras tragedias. El que puede pagar la atención particular de profesionales tiene la posibilidad de superar trances, los demás no cuentan con ese derecho profesional. Sobre estos temas el Portal Apu.uy entrevistó al presidente de la Sociedad de Psiquiatría del Uruguay (SPU), Dr. Artigas Pouy.

¿Faltan médicos psiquiatras?

No. La población de psiquiatras en relación a los habitantes del país da una buena cifra. Lo que hay es un tema de distribución complicado y en eso debería hacerse hincapié. Hay otros aspectos en los cuales podría mejorarse la asistencia porque la salud mental no es un tema exclusivamente de los psiquiatras, es fundamentalmente de equipos multidisciplinarios. Los psiquiatras cumplen un rol y también   los licenciados en enfermería, licenciados en trabajo social, y los licenciados en psicología. La conformación de equipos de trabajo en salud mental es lo que falla en todo el país. La sociedad de psiquiatría ha estado activa participando en capacitaciones a médicos generales y de primer nivel. También elevó la inquietud al Parlamento, al propio MSP, y sé que el MSP está preparando médicos de primer nivel. Creo que esas son medidas de primera línea para todo el país.
Con respecto a zonas donde la situación se da tan descarnada, como en el oeste del departamento de Colonia, deberían buscarse soluciones mediante la complementación de la salud pública y privada. El Sistema Integrado de Salud habilita la complementación y de hecho se da, ustedes tienen ejemplo en lo que es maternidad, y ginecología, en donde mediante convenio de complementación del público y privado se han generado instancias novedosas de asistencia. Creo que hay que buscar ofertas laborales que sean atractivas. Una posibilidad es la complementación de recursos a más profesionales para que tengan la posibilidad de radicarse en el interior.

Antes no se requería la asistencia de psicólogos, psiquiatras, como en estos tiempos ¿Por qué tanta demanda?

Es indudable que cambiaron los tiempos. Por un lado, se está viendo la prevalencia de los trastornos mentales y por otro lado han disminuido los prejuicios, hay más aceptación de la consulta psiquiátrica. También han influido ciertos condicionamientos sociales que tienen que ver con el aislamiento, la falta de contención a nivel familiar y de los entornos cercanos. Son varios factores los que se suman y todos ellos estarían actuando en la misma dirección. El aumento de la ansiedad, de la depresión es claro, y lo demuestran los organismos internacionales.
La disminución de prejuicios, de estigmas, y por otro lado, la degradación del tejido social que lentamente se va produciendo, inciden en la enfermedad mental.

¿Falta sostén social?

Creo que en otros momentos nosotros contábamos con mayor sostén a nivel familiar, barrial, comunitario cercano, y ahí podíamos intercambiar aspectos dolorosos de nuestra vida. Hoy en día se hace más difícil por el individualismo y por otro lado la “comunicación” a través de las redes sociales, porque no son la mejor vía para plantear cuestiones de índole sentimental, afectivo, dificultades que son las que están en la esencia de los malestares emocionales o en las enfermedades mentales posteriores.

¿Y la contención en la casa, la familia?

La red familiar es fundamental, pero hay una tendencia general al individualismo y a intercambiar menos con los que tenemos alrededor. Antes el núcleo cercano era además de la familia, los otros familiares, el vecino… Hace algunos días estaba hablando con alguien sobre un aspecto de la vida cotidiana, bien sencillo. Hasta no hace mucho tiempo era   habitual que a mi casa o a la de otros amigos llegara gente, diciendo “como pasé por acá, vengo a saludarlos, a ver cómo están”. Eso no sorprendía, hoy en día sí porque es algo prácticamente inexistente. Ninguno de nosotros va a otro lugar sin anunciarse previamente o sin que la otra persona nos invite o nos sugiera la posibilidad de ir, y eso sin duda retrasa la posibilidad de comunicación, de intercambio y de apoyo en caso de necesidades afectivas.

Según arquitectos, antes la habitación principal, la más amplia, era la que se destinaba a recibir visitas, ahora se transformaron en pequeños recibidores.

 Las reuniones en la casa hoy día son las grandes, y no   siempre, porque la proliferación de salones para eventos es brutal, pero es por el cumpleaños, eventos de fin de año, o el día de…, es menos habitual la reunión porque sí, sin un motivo externo. Las reuniones que tienden a ser como más multitudinarias son las que menos intercambios hay a nivel personal.

¿Qué es recomendable para cuidar la salud mental?

Volvemos al inicio de la conversación en cuanto al acompañamiento, compenetrarse con los sentimientos, las frustraciones, los dolores de quienes nos rodean. Y en caso de no poderlo hacer en forma más directa, generar mecanismos más sociales de contención, de ayuda, en este sentido la enseñanza es un ámbito adecuado, siempre y cuando cuente con los recursos. La enseñanza, y acá no me refiero al rol de los docentes, debería acompañar durante los eventos más dolorosos que son naturales en el crecimiento. Entonces, lo que hay que hacer es   generar ámbitos que acompañen, que sean continentes frente a eventos más o menos dolorosos que la vida nos ofrece a todos.  

CUÁNTOS SON Y DÓNDE ESTÁN LOS PSIQUIATRAS

Según la última actualización del registro del Ministerio de Salud Pública en Uruguay fueron habilitados 770 psiquiatras.

De acuerdo al padrón de la CJPP (Caja de Jubilaciones y Pensiones Profesionales) e información complementaria sobre oferta de atención en los servicios de salud, 373 mantienen actualmente condiciones legales para ejercer; de estos hay 6 de los cuales no fue posible obtener información sobre su desempeño actual, 2 no ejercen y 4 residen en el exterior.
Hay al menos 50 médicos que iniciaron la formación en la especialidad, pero que no se han titulado aún, que cumplen funciones de psiquiatra en los servicios. Un tercio actualmente cursa la especialización, 10 % están desvinculados de la Facultad y los demás se encuentran en condiciones de rendir la prueba final.
Al menos 47 de los psiquiatras recibidos y 18 de los posgrados y residentes trabajan en más de un departamento; en algunos casos, hasta en 5 departamentos.

¿En qué territorios y en qué espacios de atención trabajan?

La mayoría de los profesionales están en Montevideo: de 361 psiquiatras activos, 264 y 27 de los 50 posgrados que se desempeñan como psiquiatras residen en Montevideo. Del relevamiento de servicios se encontró registro de 256 psiquiatras y 24 posgrados que trabajan en Montevideo.

Distribución

  • Región Norte (Artigas, Salto, Paysandú, Tacuarembó y Rivera). Residen 18 psiquiatras y 5 psiquiatras en formación; trabajan 22 psiquiatras y 8 psiquiatras en formación.
  •  Región Litoral Oeste (departamentos de Colonia, Soriano y Río Negro). residen 12 psiquiatras y 5 psiquiatras en formación; trabajan 16 psiquiatras y 6 psiquiatras en formación.
  • Región Centro Sur (Canelones, Durazno, Flores, Florida y San José). Residen 37 psiquiatras y trabajan 51; residen 3 psiquiatras en formación y trabajan 11.
  • Región Este (Treinta y Tres, Rocha, Cerro Largo, Lavalleja y Maldonado). Residen 19 psiquiatras y trabajan 21; residen 5 psiquiatras en formación y trabajan 11. Se evidencian diferencias territoriales marcadas en la tasa de psiquiatras que residen en cada territorio.

Es necesario conocer al menos el número total de horas de trabajo en los servicios de salud y su distribución en los diferentes ámbitos de atención.

Nota: Informe en base al artículo de Sandra Román en la revista de Psiquiatría del Uruguay