Hay zonas de Montevideo donde la violencia y el temor se han impuesto de tal forma que quienes no pueden emigrar terminan mimetizándose con la  realidad que imponen bandas que tomaron el control de esas zonas. El Estado no apoya y sanciona a quienes se animan a denunciar los hechos.

Dando continuidad a la nota publicada por el Portal APU.uy “La democracia más allá de los procesos electorales” (1), en base a un trabajo de Ricardo Changala de lacommunis.org, abordamos hoy el proceso eleccionario en El Salvador.

Se puede pensar que todo lo que sale o pasa por el puerto de Montevideo es controlado, para impedir el cargamento de droga. Lo real es que se escanea el 5 o 6% de la mercadería, en horas puntuales si bien las operaciones portuarias son las 24 horas todo el año. Y el segundo puerto del país, el de Nueva Palmira directamente tiene cero controles contra el narcotráfico.

Sigue ocupando los primeros lugares de la prensa el escurridizo o afortunado, o protegido narcotraficante Sebastián Marset. Para el senador Guillermo Domenech (Cabildo Abierto) “es un asunto jurídico-policial”, nada que ver con la esfera política de Uruguay.

El micro y macro narcotráfico, la aparición de sustancias como la cocaína rosa, el LSD y el hachís; la efectividad o no de las acciones policiales, cámaras de vigilancia y picadas de motos, fueron temas que abordó el Portal Apu.uy con el Jefe de Policía de Colonia, el comisario general Fabio Quevedo.

Promediando diciembre no se acallan los ecos que han generado en Uruguay algunas situaciones que comprometen al actual gobierno de coalición, entre los que están, posiblemente intrincados, lo referido al ex custodio presidencial Alejandro Astesiano y el otorgamiento de un pasaporte al narco Sebastián Marset.  

Corría mayo cuando estalló primero en Bolivia y después en Uruguay que el “narco Elbio Horacio Perini Simonetta”, oriundo de Nueva Palmira (departamento de Colonia), había sido detenido en La Paz e iba a ser extraditado a Uruguay ¿Qué pasó después?