La conocimos en el 2012 cuando colaboraba en el Museo de la Memoria. Diseñó el catálogo ¨DEPORTADOS¨, exposición de mi autoría que inauguramos en el sótano de la Quinta de Máximo Santos con la curaduría de la Prof. María Eugenia Grau.

Desde entonces conservo el recuerdo de su calidad humana y de su sensibilidad con las historias vinculadas a las víctimas de la violación de los derechos humanos.

Esta semana conversamos con ella sobre su primer libro, que recoge el diálogo que tuvo con algunas mujeres que fueron marcadas por la dictadura uruguaya.

El capítulo dedicado a cada una de ellas va con un subtítulo que las resume y una foto -sacada por la propia autora- que las alude.

Dice Fernando Butazzoni:

¨ Azul Cordo dice y deja decir, piensa y hace pensar. Escribe con el corazón en la boca, pero nunca pierde el tino. Acierta una y otra vez, y me ayuda a recordar que siempre hubo un nosotros y que, por fortuna, también soy ellas, esas raíces. Once mujeres para mi esperanza¨

La reconstrucción de las historias personales fueron con: Circe Maia, Myriam Gleijer, Luisa Cuesta, Belela Herrera, Mariana Zaffaroni, Alicia Lusiardo, Karina Pankiévich, Gloria Álvez, Sara de La Teja y Leticia De Ávila.

Dice Azul:

¨El libro fue un proceso muy intensivo de escribir sobre estas historias, pero, realmente son temas que yo sigo desde hace muchos años¨.

Relata que desde su llegada al Uruguay:

¨mis primeros trabajos honorarios fueron haciendo comunicación en el Museo de la Memoria y eso me abrió puertas y también conocimiento del pasado reciente y entrar en contacto con expresos y expresas políticas, también con algunas personas que estuvieron exiliadas y con familiares de esas personas¨

Los antecedentes de Azul Cordo también fueron en la docencia, donde ejerció de ayudante en 3 cátedras y fue productora en la radio de la Universidad de la Plata, en un informativo de la mañana y en un programa de Derechos Humanos. Tuvo la corresponsalía de la Agencia Télam en La Plata y publicó en el portal de noticias de la agencia periodística del Mercosur, así como en la revista que hacen y venden las personas en situación de calle.

Para Azul insertarse en el Uruguay fue un arduo y insistente trabajo donde  ¨nunca tuve padrinos¨

Este libro refleja su pasión por hacer contar historias,

 ¨ pero saliendo de las fórmulas que ya conocemos y pensar qué es lo que la gente quiere leer y apostar más a lo que una quiere contar, y eso a las personas le va a gustar, pues entonces eso va tratando de mover un poco las estructuras¨