Ejerció el fotoperiodismo durante muchos años, hoy abocado a la fotografía de libre expresión.

La muestra en la Sala Loureiro es la conjunción de 4 muestras que Bonilla presentó en el pasado: QUERIDOS TODOS en el 2008, PLIEGUES en el 2014, RETORNOS en 2015 y LEYENDA ORIENTAL en 2018.
 

Durante el exilio, la carta manuscrita fue el medio habitual de comunicarse con el mundo que había dejado atrás.

Nos dice: ¨…Yo guardé todas las cartas que recibía, de mis padres, de mis amigos, algunas venían abiertas, censuradas. Me las traje cuando volví en el 86¨.

Tenía la idea de hacer algo en fotografía con ese material, pero no encontraba la forma de presentarlo. Durante años pensó cual sería el formato.  El azar y un golpe de inspiración dio finalmente con la solución.

Las imágenes de esos personajes familiares, así como las calles de su barrio, se volvían borrosas con el paso de los años, por eso generó la fusión del collage digital donde incluyó fragmentos de esas fotos junto a las cartas. Por otro lado, aisló algunas palabras reconocibles de esos textos manuscritos.

La madre encabezaba las cartas que le mandaba a su hijo: ¨Queridos todos¨ es por eso que esta serie es ¨un homenaje a la vieja¨.

Ernesto Vila en el texto del catálogo dice:

“… Entonces el artista que Bonilla es, y que por serlo está condenado a no olvidar y a vivir al acecho¨

La fotografía -por el efecto mimético- siempre tiene carácter de documento a pesar de que muchas veces su autor no quiere darle ese fin. El álbum de familia era un objeto de suma importancia en las familias desde hace 100 años.

Bonilla lo ha estudiado en profundidad y los colecciona. No sabe quiénes son, anónimos antepasados de otros que lo tiraron, pero se imagina historias. ¨Me generan misterio y respeto¨

En la serie PLIEGUES que presentó en el 2014 en el MNAV, son viejas fotos químicas, con sellos de las casas de impresión o firmas de los fotógrafos que son fuente de un mundo antropológico.

Aquí Bonilla hace un collage fotográfico no digital. Fragmentos de esas viejas fotos asoman a través del pliegue o la arruga del papel que se usaba como protector.

Logra la evocación y el misterio superponiendo veladamente con papel de seda arrugándolo sobre parte de las fotos. Ausencia y presencia. Fragmentos de imágenes, tal como funciona nuestra memoria.

Los esquineros que sostenían las fotos en esos álbumes familiares son otro de los protagonistas de la serie. Bonilla colecciona fotos y marcos viejos. Un artista apasionado por la búsqueda de las ausencias.

¨Retornos¨ es quizás la más intimista de todas sus muestras. Fue en el 2015 y se pudo ver en el Subte Municipal.

Tirado en la basura, encuentra en el contendor de la esquina de su casa, un gran catálogo de muebles alemanes de la década de los 60.

Como modelos posando "re-fotografía" las fotos de su familia.  
¨Heredé todas las fotos de la familia, mi hermana mayor se quedó con algunas¨ y es a partir de ellas que las comienza a montar sobre los sillones, bibliotecas y sillas de ese catálogo alemán.

Nuevos contextos para las fotos de su abuela, padres, hermanas y él mismo de niño.

Jugando con la memoria.

¨Leyenda oriental¨ es una serie del 2018 y realizada con motivo del Día del Patrimonio.

 Sobre libros viejos tirados por ahí y jugando con la luz de linternas fue generando modelos sobre la mesa de su casa donde dialogan fotos antiguas de su colección.

Las fotos de finales del siglo XIX y principios del XX de los inmigrantes al Rio de la Plata son el motivo de este hilo de memoria.

Bonilla poeta escribe ¨Mares encrespados, vientos de agua¨.

Esta es una serie ¨Dedicada a esa gente, que nos dio forma de país¨ nos dice en el final de esta entrevista para el Portal APU.uy.

Antes de entrar a disfrutar del mejor teatro de la Sala El Galpón, recorran con tiempo y en silencio esta muestra ¨MEMORIAS¨ que reúne lo mejor de Bonilla de los últimos 15 años.