18 de Agosto del 2025
Nancy Banchero
Hacinamiento histórico en la cárcel de Colonia
Privados de libertad y sobrados de violencia en los pabellones
Piedra de los Indios durante requisa 2024
Piedra de los Indios durante requisa 2024 (Foto MI)
Foto: Ministerio del Interior (MI)

“Esto está que revienta de gente” dijo una de las varias personas que contactó el Portal APU.uy para corroborar información sobre la cárcel departamental de "Piedra de los Indios" (Colonia). Y la convivencia dentro de los pabellones es “infernal día y noche”.

Un centro de reclusión como es Colonia para 150 personas actualmente tiene 253, de los cuales 37 son mujeres y tres de ellas con niños. Hay mujeres que duermen de a dos y hombres en el piso.

Es un enjambre de jóvenes pobres, muchos de ellos procesados por robos para consumo o por ser descubiertos con gramos de drogas prohibidas o por tener una boca de drogas. Las mujeres desembocan en el mismo destino, en este momento es el número mayor en la historia de Piedra de los Indios, de las 37 varias fueron ingresadas porque al estar su pareja en la cárcel por venta de drogas siguen ellas con el negocio y caen también.

Como dijimos, la mayoría son jóvenes y hay privados de libertad que son detenidos en el departamento, pero su lugar de origen es Montevideo, Artigas, San José, etc. y en ocasiones son personas con historiales más complejos que los que pertenecen al departamento de Colonia.

La cárcel está al límite de la explosión humana por violencia, rencores, robos, consumo de drogas, deudas entre presos, ajuste de cuentas, todo eso pasa dentro de la cárcel, y se resume en la sistemática violación de los derechos humanos.

Las noches son como el día, cargadas de ruidos, gritos, conversaciones, y pastillas para dormir.

 

La comida

Una taza de leche, café o coca, según lo que haya, y dos panes es lo que tienen para desayunar, al mediodía un cucharón de guiso o polenta, sólo un cucharón, y si algunos “se pasan de vivos” y van dos veces en busca del cucharón otros se quedan sin comer. A la tarde vuelve la taza de leche o café o cocoa con dos panes, y a la noche el cucharón, según se dijo al Portal APU.uy y fue corroborado por familiares de reclusos. “Las mujeres y niños tienen comida más nutritiva”.

Están los que arman “ranchadas” (grupos) y comparten lo que les llega de sus casas: un tuco, yerba, dulce, tabaco…

 

Dormir y el baño

Hay colchones y cuchetas por todos lados, sólo queda libre el área de comedor. Salas dedicadas a otros servicios están también atestadas de colchones en el piso, y cuchetas con pedazos de colchones y trapos para taparse.

Tampoco es fácil conservar las pertenencias porque una distracción puede implicar el robo de la frazada, los championes, el buzo, la yerba, y conviene quedarse en silencio, porque reclamar implica una lluvia de golpes de barras que se arman en la propia cárcel, en zonas donde pueden escaparles a algunas cámaras de vigilancia instaladas.

Los lluvieros pueden estar o desaparecer, como la rotura de las cisternas, de los termofones. En ocasiones el que quiere bañarse debe hacerlo con agua fría o directamente no bañarse porque falta el agua. Todo depende de quiénes están en los pabellones, de sus hábitos y broncas, y del interés del personal del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR), responsable de la cárcel.

Bomberos

De las 26 cárceles existentes en Uruguay sólo tres tienen habilitación de bomberos, las demás están liberadas a la buena suerte. La cárcel departamental de Colonia, que está entre las que no tienen equipos contra el fuego, si hay un problema de incendio llama al destacamento de Bomberos de Colonia, con el apoyo de la Jefatura de Policía, según una fuente del personal de cárcel “el accionar es rápido”.

Entradas y salidas

De acuerdo a datos del Ministerio del Interior hay 17 mil presos en Uruguay. Y según lo dicho por el líder de Cabildo Abierto, Guido Manini, “por mes” salen de la cárcel “entre 800 y 900 delincuentes” (Programa “La sed y el agua” de Sonia Breccia). En realidad, salen personas, pero que lamentablemente muchas vuelven a delinquir, o al mundo de las drogas y vuelven a prisión en ocasiones pocos meses después de haber recuperado la libertad, porque no existe la rehabilitación en Colonia ni en ninguna cárcel del país, sólo es el encierro, con todo el tiempo del mundo para pensar, masticar rabias, enojos, venganzas, resentimientos o planificar nuevas formas de delito.

Recreación

Los espacios destinados a recreación y recibimiento de familiares están cuidados, hay bancos y parrillas para compartir las visitas con familiares o amigos encarcelados. Los que quieren pueden practicar rugby y yoga, y estudian quienes optan por seguir la secundaria (es optativo para los privados de libertad).