Con esta modificación se introduce el término “Adult cabaret performance” (actuación de cabaret para adultos), enmarcando así a eventos Drag y restringiendo determinadas presentaciones en público o frente a niños y niñas. El texto habla de “topless dancers”, “go-go dancers”, “exotic dancers” y “strippers”, pero también hace referencia a “imitadores hombres o mujeres que provean entretenimiento que apele al interés lascivo”.

El término "drag queen" denomina a una persona que realiza esencialmente una manifestación artística, la cual involucra la creación de un personaje y una transformación, exagerando intencionalmente determinados rasgos de género con un objetivo de entretenimiento.

Por tanto, si bien las definiciones a las que se apela en el proyecto parecen ser vagas y erróneas para definir un evento Drag, lo cierto es que en la actualidad ya existen 11 estados americanos que han presentado proyectos de ley con similares características. Algunos se centran en legislar sobre las instituciones educativas y prohibir la utilización de fondos públicos para financiar eventos Drag, otros estados apuntan al contenido adulto de estas actuaciones y a limitar su presentación sólo en clubes nocturnos, mientras que otros proyectos también prevén delitos menores y mayores según el caso y hasta “clases de crianza” para padres que permitan que sus hijos o hijas asistan a eventos de este estilo.

Al igual que con la ley “Don´t say gay” aprobada en Florida, el argumento impulsado por los seguidores de estas normas es el de defender la integridad de las infancias, su identidad y exposición a actividades con contenido sexual explícito. Legisladores afirman que se busca la protección de las infancias en espacios públicos, pero distintas organizaciones y actividades denuncian verse afectadas directamente por esta medida.

Por un lado, algunos eventos que con esta norma entran en jaque a partir del 1° de julio, han sido objeto de críticas a lo largo y ancho del país durante los últimos años. Tal es el caso de Drag Story Hour, una organización que funciona desde 2015 con sede en San Francisco, la cual nuclea a personas que asisten a escuelas o librerías vestidas de Drag Queens, para sentarse a leer historias a niños y niñas. 

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También se ha mencionado la afectación que podría tener para el turismo y la vida nocturna en distintas ciudades, ya que la ley prohibiría actuaciones en restaurantes, teatros y en la vía pública. Por ejemplo, el famoso tour Big Drag Bus, un ómnibus que monta una fiesta en su interior para recorrer la ciudad de Nashville (capital de Tennessee) con Drag Queens como anfitriones, ya no podría continuar con sus actividades.

Por otro lado, debido a que la ley utiliza términos como “topless”, “strippers” y “entretenimiento que apele al interés lascivo”, organizaciones LGBTIQ y distintas personalidades de la cultura se han manifestado y han precisado que las actuaciones Drag no muestran contenido sexual explícito o desnudes, y en las actuaciones para niños y niñas el lenguaje se adecúa para dicho público.

En cuanto a las repercusiones desde la Casa Blanca, la secretaria de prensa Karine Jean-Pierre se refirió al tema y definió de “innecesarias” y “desafortunadas” las medidas que está tomando el gobernador Bill Lee, al promulgar esta ley. Para la mandataria, Estados Unidos y su población están ocupados en otros asuntos, como la economía, la seguridad y la salud, por lo que se pregunta en qué sentido estas modificaciones frente a actividades Drag van a ayudar a la ciudadanía.