La vocera de la Federación de Estudiantes Universitarios (FEUU), Amira Fagúndez, explicó al portal de APU.uy que esta es una actividad de las tantas que se programaron para la fecha. La misma dio comienzo a la hora siete y se extendió hasta las nueve, tiempo en que los participantes sostuvieron cada uno la foto de un desaparecido o desaparecida y pronunciaran su nombre.

Se trató, como siempre, 197 fotografías de cada uno de los desaparecidos. Fueron las mismas que se vieron en cada barrio, cada casa y en los espacios públicos. Desde las agrupaciones se invitó a las personas a manifestarse donde pudieran, cuidándose entre cada uno y respetando los protocolos sanitarios.

Nuevamente esta Marcha del Silencio fue afectada por la pandemia producida a causa del virus COVID-19. Aún así nos cuenta Fagúndez que “otra vez la pandemia no dejo hacerla como normalmente siempre lo fue, con miles de personas marchando. Sin embargo hubo pros y contras, de igual manera esperamos que genere un gran impacto”.

Integrantes de otras agrupaciones también formaron parte de esta actividad en el marco de la fecha, entre ellas el Centro de Estudiantes del IPA (CEIPA), Centro de Estudiantes de la Escuela Figari (CECEU, Gremios de Secundaria (GES) y la Asociación de estudiantes de la Educación Social (AEES).

Desde el movimiento estudiantil se apoya al colectivo de Madres y Familiares de Uruguayos Detenidos Desaparecidos a continuar con la búsqueda de sus seres queridos, “Queremos que se haga saber que la juventud está comprometida con la búsqueda de ellos” nos cuenta la vocera de FEUU. Remitiéndose al pasado la fuerza estudiantil sigue siendo un peso de gran importancia histórica, y a la fecha de hoy 20 de mayo continúan la lucha por saber la verdad de muchos que hoy ya no están.