Un grupo de personas judías de nacionalidad uruguaya exigió este miércoles la ruptura inmediata de relaciones diplomáticas y comerciales con Israel, en rechazo a lo que califican como una “política genocida” contra la población palestina en Gaza y Cisjordania.
La declaración fue realizada durante una rueda de prensa en la sede central de la Asociación de la Prensa Uruguaya (APU) en Montevideo.
En un pronunciamiento público, los firmantes —reunidos bajo la consigna “Judías/os contra el genocidio palestino, romper relaciones con Israel ya”— manifestaron su repudio a las acciones del gobierno israelí liderado por Benjamín Netanyahu y reclamaron al Ejecutivo uruguayo “acciones a la altura de las circunstancias”.
“No queremos persecución, sometimiento, ghetto, hambre, matanza, apartheid, genocidio o holocausto contra ningún pueblo del mundo bajo ninguna circunstancia, y mucho menos en nuestro nombre”, señala el documento.
Los activistas sostienen que el Estado de Israel debe detener “de inmediato la masacre, el bloqueo y la violación de todas las libertades y derechos humanos fundamentales” en los territorios palestinos, retirar a los colonos israelíes de las zonas ocupadas y volver a las fronteras previas a 1967. Asimismo, reivindican el derecho del pueblo palestino a su autodeterminación.
La declaración vincula sus demandas a los fallos recientes de la Corte Penal Internacional (CPI) y de la Corte Internacional de Justicia (CIJ), y advierte que “la vida y los valores humanos deben estar por encima de los del mercado”, rechazando cualquier tipo de diálogo, intercambio comercial o compra de armamento con el gobierno israelí mientras continúen los ataques y el bloqueo que, denuncian, han derivado en una hambruna que afecta especialmente a niños.
Entre los firmantes se encuentran figuras como Daniel Galiano Acosta, Gabriela Lema, Milka Zingman, Marcela Nowinski, Perla Cohanoff y Karen Kleinmann, entre otros, quienes en las últimas horas sumaron su adhesión a la petición pública.
La conferencia de prensa se enmarca en un contexto de creciente presión internacional por un alto el fuego en Gaza, mientras organismos humanitarios alertan sobre el deterioro acelerado de las condiciones de vida y la falta de acceso a alimentos, medicinas y agua potable para la población civil.


