10 de Junio del 2021
Alvaro Pan Cruz
FILAC y la vacunación contra COVID-19 en Pueblos Indígenas.
Un tema que involucra a 58 millones de personas en el continente
Mujer indígena
Foto: Fototeca FILAC

FILAC advierte que “es muy poca la información sobre los procesos de vacunación en idiomas indígenas y se hace más evidente la urgente necesidad de contar con campañas de vacunación con pertinencia cultural”.

El Fondo para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas de América Latina y el Caribe (FILAC) junto con el Foro Indígena Abya Yala, organizaron un foro para el 10 de junio a fin de presentar el IV Informe “Pueblos Indígenas y Vacunación contra la COVID-19” elaborado en el marco del trabajo de la Plataforma Indígena Regional Frente a la COVID-19 “Por la Vida y los Pueblos”.

El Portal APU.uy conversó sobre esta instancia con el colombiano Gabriel Muyuy Secretario Técnico del FILAC y que fuera también vicepresidente de la Organización Indígena de Colombia, senador de su país en dos ocasiones y consultor internacional para Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

Para el 2022 se estima que habrá cerca de 58 millones de personas indígenas en el Continente.

También participó el Coordinador del Observatorio para los Derechos de los Pueblos Indígenas del FILAC y especialista en Derechos Humanos, Doctor en Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad de la República de Uruguay (UDELAR), Ricardo Changala. También ha sido consultor e investigador del PNUD.

Ambos comparten un muy extenso currículum que se sustenta en el estudio, defensa y difusión de las poblaciones indígenas del continente y, en esta ocasión, intentan compartir la dimensión del impacto de la pandemia en esas comunidades.

Impacto que, como dice en el informe, profundiza la ya existente marginación económica, la falta de acceso a servicios de salud, de educación y de servicios sociales. Pero además hace aún más pesada la carga de pobreza, el desempleo, la desnutrición y la prevalencia de enfermedades transmisibles y no transmisibles.

“Latinoamérica destaca por ser la región donde más se incrementó la inseguridad alimentaria severa por el  impacto de COVID-19. Esta realidad pone en riesgo, no solo la salud y la vida de las personas, sino la pervivencia de pueblos y comunidades indígenas”, afirma la convocatoria.

Sin embargo estas consecuencias tienen un origen indiscutido según plantea Changala: “la falta de información” y, por lo tanto, de participación.

Hay más de 800 Pueblos Indígenas en América Latina, más de 100 pueblos indígenas transfronterizos y más de 500 lenguas.

Esta realidad convive con la “ausencia de estrategias y de campañas masivas e interculturales que  permitan a las comunidades indígenas contar con adecuada información sobre los diversos aspectos relacionados con las vacunas”.

Por eso es que Muyuy afirma que se requiere de acciones articuladas entre el sector público, el privado y las comunidades.

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