
Desde este viernes 7 de marzo, Cristina Lustemberg asumió el liderazgo del Ministerio de Salud Pública de Uruguay, marcando el inicio de una nueva etapa en la gestión sanitaria del país.
En su discurso, la ministra delineó un diagnóstico del sector, los desafíos urgentes y las prioridades estratégicas del gobierno de Yamandú Orsi para garantizar un sistema de salud equitativo, accesible y sostenible.
Evaluación y balance del sector salud
Lustemberg destacó que el Sistema Nacional Integrado de Salud, con 18 años de trayectoria, ha logrado avances significativos en cobertura y acceso, pero enfrenta nuevos retos. La fragmentación institucional, las inequidades en la atención y la necesidad de fortalecer la rectoría del Ministerio de Salud Pública (MSP) figuran entre las principales preocupaciones.
La ministra subrayó la urgencia de mejorar la eficiencia del sistema, con especial énfasis en la coordinación entre prestadores públicos y privados, la optimización del financiamiento y la digitalización de los procesos de atención. Además, enfatizó que la salud no puede abordarse de manera aislada, sino que debe estar articulada con políticas sociales, educativas y laborales para reducir desigualdades estructurales.
Desafíos y prioridades para el nuevo período de gobierno
- El gobierno de Orsi ha fijado una serie de prioridades en materia de salud, que incluyen:
- Fortalecimiento de la Atención Primaria: Reforzar el primer nivel de atención como eje central del sistema, asegurando una cobertura integral y accesible en todo el país.
- Salud Mental y Consumo Problemático: Ampliar los servicios de salud mental, con especial atención a la prevención y tratamiento del consumo problemático de sustancias.
- Envejecimiento Saludable y Discapacidad: Implementar políticas de rehabilitación y promoción del bienestar para la población adulta mayor y personas con discapacidad.
- Acceso a Medicamentos y Tratamientos: Garantizar la equidad en la distribución de medicamentos y reducir los tiempos de espera en diagnósticos y procedimientos terapéuticos.
- Fortalecimiento de la Regulación y Fiscalización: Optimizar los mecanismos de supervisión del sistema de salud para garantizar la calidad de la atención y el cumplimiento de los derechos de los usuarios.
Coordinación interministerial y políticas de Estado
Lustemberg subrayó la importancia de la articulación interministerial para abordar los determinantes sociales de la salud. En este sentido, anunció una estrategia de trabajo conjunto con los ministerios de Desarrollo Social, Educación, Vivienda y Trabajo para garantizar un enfoque integral.
Programas como “Uruguay Crece Contigo” y el Sistema Nacional de Cuidados serán clave en la estrategia sanitaria, asegurando que la salud se conciba como un derecho transversal y no como un servicio aislado. La ministra insistió en la necesidad de una planificación eficiente que permita una gestión sostenible a largo plazo, priorizando la prevención y promoción de la salud.
Desafíos regionales y presupuestales para la salud
El contexto regional también impone desafíos al sistema de salud uruguayo. La creciente demanda de atención por parte de migrantes, el impacto de enfermedades emergentes y la necesidad de fortalecer la infraestructura hospitalaria en el interior del país requieren una estrategia robusta de financiamiento.
Lustemberg enfatizó que la sostenibilidad del sistema dependerá de una asignación presupuestaria eficiente, que contemple la profesionalización de la gestión y una mejor distribución de los recursos. En este sentido, destacó la necesidad de una integración efectiva entre prestadores públicos y privados para evitar la duplicación de servicios y mejorar la eficiencia del gasto.
Hacia una Salud Pública de calidad y universal
La ministra dejó en claro que su gestión estará marcada por el diálogo y la construcción colectiva de políticas de salud. Convocó a actores políticos, sindicatos, gremios médicos, asociaciones de usuarios y la sociedad civil a participar activamente en la mejora del sistema.
“Un país que no cuida a sus niñas y niños no se cuida a sí mismo”, afirmó Lustemberg, reforzando el compromiso del gobierno con la primera infancia y la equidad en el acceso a los servicios de salud. La apuesta por una salud pública centrada en las personas y basada en decisiones técnicas respaldadas por evidencia será el pilar fundamental de esta nueva etapa.
Con una hoja de ruta clara y un enfoque integral, la gestión de Lustemberg se enfrenta al desafío de consolidar un sistema sanitario que garantice el derecho a la salud como un bien público, universal y de calidad.
La clave del éxito residirá en la capacidad de implementar políticas sostenibles, reducir las brechas de acceso y mejorar la eficiencia en la administración de recursos, asegurando que ningún uruguayo quede fuera del sistema.