Con un estadio Centenario repleto, una hinchada que hervía de pasión y deseo de victoria, la “Celeste” logró el tan ansiado triunfo en eliminatorias con dos tantos sobre el cuadro brasileño con el que marcaron un nuevo capítulo de la historia del fútbol local
Cuando hablamos de épicas, normalmente recordamos a caballeros y guerreros que marcaron un antes y un después tanto en la historia contemporánea como en los relatos de ficción, pero lo que logró la selección de Uruguay este martes, 17 de octubre, encaja con todas sus letras en la definición de una conquista épica y magistral.
La selección de Uruguay, después de dos décadas de enfrentamientos ante el cuadro brasileño, logra la primera victoria en casa, con un resultado de dos goles por cero. La gloria de las anotaciones vino con la destreza en cancha de los jugadores Darwin Núñez y Nicolás de La Cruz.
El maleficio de los 20 años sin ganarle a la "Verdeamarela" llegó a su fin de la mano y con la disposición táctica del maestro y entrenador, Marcelo Bielsa, quien con visión técnica guió a la "Celeste" para acabar con el círculo ofensivo del pentacampeón mundial.
"La Canarinha" dirigida por Fernando Diniz Silva salió a la cancha con las rápidas intervenciones de Neymar, Vinicius y Rodrygo que se encontraron con el muro defensivo de Olivera, Cáceres, Araújo y Nández al fondo.
El primer encontronazo de ambos cuadros titanes, tuvo su choque frontal cuando sacaron la primera amarilla sobre Ronald Araújo, cuando cometió su primera infracción contra Gabriel Jesús, esto sería solo el comienzo.
En el minuto 42´ y en retaliación, el gran 9 del Liverpool Darwin Núñez con un cabezazo certero en el punto de penalti, marcó el primer tanto a favor de los charrúas, el principio del fin para Brasil estaba cerca.
Al momento del gol, el estadio Centenario se venía abajo al son de los tambores que golpeaban desde la tribuna alta, los vítores y los gritos desgarradores de los visitantes que entonaban a todo pulmón: ¡Uruguay, Uruguay!.
Mientras la hinchada festejaba en todo su esplendor, unos instantes después Neymar se desploma en el suelo a causa de una lesión que lo imposibilitó para el resto del encuentro. Richarlison entró a sustituir la baja del astro, quien vería desde la banca los siguientes 45 minutos.
En el segundo tiempo los brasileños entraron deseando ponerle paridad al marcador, pero Uruguay defendió impecablemente la red de varios disparos.
Pero la victoria tenía que ser definitiva y en el minuto 77´ quedaría sentenciada con un remate totalmente solo de Nicolás de la Cruz. Marcó el segundo tanto que anunciaba la victoria absoluta del equipo uruguayo.
Ya no había vuelta atrás, la Celeste fue la gran ganadora de la noche y la alegría que emanaba del Centenario arropó Montevideo y seguramente se esparció por todos los rincones del país. La gloria charrúa había regresado.