A su llegada a Uruguay, Castro visitó al expresidente José "Pepe" Mujica, a quien condecoró con la "Orden Francisco Morazán en el Grado de Gran Cruz Placa de Oro", la máxima distinción otorgada por Honduras. Este reconocimiento destaca la dedicación de Mujica al servicio público y su compromiso con la equidad social.

En declaraciones posteriores al encuentro, la presidenta Castro expresó su "admiración de muchos años" hacia Mujica, resaltando el apoyo que brindó durante el golpe de Estado en Honduras en 2009. Castro calificó la visita como "un honor", subrayando la firmeza y solidaridad demostradas por el exmandatario uruguayo en momentos críticos para su país.

Al abordar el rol de las mujeres en la política latinoamericana, Castro señaló que existen "grandes desafíos" y destacó su propia experiencia al asumir la presidencia de Honduras tras "12 años y 7 meses" de lo que describió como una dictadura. Enfatizó la importancia de la unidad en América Latina y expresó su deseo de que en las próximas elecciones hondureñas "sea otra mujer la que reciba la presidencia".

Respecto a la posibilidad de formar un bloque de izquierda en la región, la mandataria afirmó que no solo es posible, sino "necesario" hacerlo. Subrayó la importancia de que los países y partidos actualmente en el poder mantengan una "posición en común y una unidad" para fortalecer la justicia social y beneficiar a América Latina y el Caribe.

La visita de Xiomara Castro a Uruguay y su encuentro con figuras emblemáticas como José Mujica reflejan el interés de la presidenta hondureña en fortalecer lazos regionales y promover la integración latinoamericana en un contexto de desafíos políticos y sociales.