25 de Abril del 2025
Victor Manuel Rodríguez
ANCAP números en rojo
Gobierno Orsi propone un nuevo rumbo para la gestión pública
letrero ancap uruguay
Foto: Ernesto Ryan

El presidente Yamandú Orsi, encendió las alarmas este viernes al revelar en conferencia de prensa que ANCAP, la empresa estatal de combustibles, cerró el último ejercicio fiscal con una pérdida histórica de 118 millones de dólares, marcando el primer balance negativo en una década.

Acompañado por la ministra de Industria, Energía y Minería, Fernanda Cardona, y la presidenta del ente, Cecilia San Román, Orsi delineó el preocupante panorama que enfrenta el nuevo gobierno en su intento de reencauzar la empresa.

 

rueda de prensa orsi ancap

Foto: Presidencia

Un giro inesperado en las finanzas públicas

Según explicó Orsi, ANCAP pasó de obtener 41 millones de dólares de ganancia en 2019 a una pérdida récord en 2024. A esto se suma una deuda total de 255 millones de dólares, que incluye un préstamo de 160 millones autorizado en noviembre por la administración saliente. “No se trata solo de números: es una visión de empresa pública que afecta a toda la economía del país”, afirmó el mandatario.

Este escenario coloca a ANCAP en el centro de la agenda económica del gobierno. Orsi destacó que la empresa “no es una compañía pequeña” y que los resultados financieros tienen “efectos directos sobre la gestión nacional”.

Portland: El lastre que multiplica pérdidas

Uno de los focos críticos es la producción de Portland, históricamente deficitaria, cuyas pérdidas se dispararon de 2 millones de dólares en 2020 a 24 millones en 2023. Para la ministra Cardona, esto evidencia “la ausencia total de gestión del negocio en los últimos cinco años”, señalando la falta de inversión, el deterioro de infraestructura y la sobrecapacidad ociosa en un mercado saturado.

La promesa de una “gestión distinta” sin golpear al bolsillo

El presidente fue enfático al asegurar que “el cambio de gestión no puede afectar el bolsillo de los uruguayos”. A pesar de la presión financiera, el gobierno se comprometió a mantener la metodología actual de ajuste de precios de los combustibles y a no trasladar directamente los costos al consumidor.

San Román, por su parte, subrayó la necesidad de tomar decisiones basadas en un enfoque integral del negocio energético: “no se puede fijar el precio de los combustibles considerando solo el barril de petróleo o el PPI. Hay que analizar toda la cadena”.

Transparencia y reestructuración: pilares de la nueva estrategia

La nueva administración busca imponer un estilo de gobierno que priorice la transparencia informativa y la toma de decisiones técnica, en contraposición a lo que consideran una “gestión opaca y sin rumbo” de la anterior dirección. En ese sentido, se han creado grupos de trabajo estratégicos para rediseñar la cadena de distribución y estudiar la viabilidad del Portland.

Además, se espera una reconfiguración del directorio de ANCAP y un redireccionamiento de las inversiones hacia infraestructura y productividad.

El legado problemático y los retos inmediatos

ANCAP no es el único frente abierto. Orsi mencionó otros desafíos heredados, como la reforma de la Caja Profesional, el proyecto Neptuno y una abultada deuda con proveedores del Estado. “No venimos a quejarnos. Esta es la realidad y hay que asumirla”, afirmó. “La ciudadanía tiene derecho a saber en qué situación estamos”.

Reconstrucción, no revancha

Sin caer en acusaciones partidarias, el presidente dejó claro que su administración buscará rehacer lo que considera una gestión desordenada y deficiente, con una narrativa de reconstrucción económica y fortalecimiento del rol del Estado como garante de servicios públicos estratégicos.

El caso de ANCAP se convierte así en el símbolo de un Uruguay que busca recuperar la confianza en sus instituciones públicas, bajo la promesa de una gestión profesional, austera y eficiente.