De acuerdo a datos aportados al Portal APU.uy por Prefectura y Ontur, el viento llegó a 127k/hora minutos antes de las 4 de la madrugada del día 17, barcazas que estaban en el amarradero cortaron los cabos y quedaron a la deriva junto con un remolcador. Si la turbonada las hubiera arrastrado para la zona portuaria, podrían haber dejado sin agua a la ciudad si rompía la toma de agua, o destruir el muelle viejo en reconstrucción (inversión de 300 mil dólares) o la Dársena Higueritas o estructuras de los puertos de Ontur o el de Administración Nacional de Puertos (ANP) o el de Navios.

Si una tapa de barcaza se hubiera desprendido (como ya pasó en el muelle de la ANP, una vez de fuerte viento) podría haber provocado daños humanos y de viviendas en la ciudad.

Es la cuarta vez –al menos que tiene conocimiento el Portal APU.uy- que se desprenden barcazas del
amarradero de la ANP y parece no significar nada de relevancia. Tal vez, se espera que ocurra un desastre para pensar en retirarlo.
Consciente del peligro, la población de Nueva Palmira dijo no a ese amarradero a la altura de la ciudad, no obstante, se instaló igual. La ANP responsable de la inversión puso en funcionamiento el amarradero en diciembre de 2013 siendo en ese entonces presidente de la ANP, Alberto Díaz (estuvo durante los tres gobiernos del Frente Amplio).
En la puesta en marcha Díaz (diciembre 2013) indicó que “el amarradero de la ANP está ubicado en el río Uruguay, tres kilómetros aguas arriba del muelle oficial en las referidas instalaciones portuarias. El mismo está integrado por cuatro bolsas de amarre que permiten operar hasta 48 barcazas”. Se instaló para uso de todas “las terminales portuarias”, anunció.