La presentación ante Paraguay fue mediocre, la selección no tuvo gran performance y hasta pudo haber perdido. El goleador histórico Suárez recibió diferentes homenajes al jugar su último partido con la Celeste y hasta bautizaron un arco con su nombre.
Era una fiesta anticipada, volvía la selección a jugar en Estadio Centenario colmado, con muchos ausentes, pero una promesa de emociones por la despedida de Luis Suárez.
Arranque complejo para la Celeste debido a los múltiples cambios que debió realizar el DT ante las suspensiones con las que Conmebol penalizó a varios integrantes del plantel seleccionado por los hechos de la Copa América y además los lesionados: Ronald Araújo; Darwin Nuñez; Rodrigo Bentancur; José Ma. Gimenez; Nicolás De La Cruz; Giorgian De Arrascaeta; Mathías Olivera; Matías Viña, Guillermo Varela.
En la conferencia de prensa post partido Bielsa lo asumió como una dificultad. Aclaró que no fue una buena actuación, y que él, “debería estar en condiciones de encontrar sustituciones a las ausencias que se produzcan”. Pero también afirmó: "¿De qué forma encuentro tiempo de trabajo con futbolistas de selección en condiciones de sustituir a las ausencias de jerarquía?”. Con lo cual ahora tiene que agregar para el juego ante Venezuela las suspensiones por acumulación de tarjetas de Nandez y Valverde. Un equipo completo.
Por eso no extrañó que la defensa tuviera desacople, el medio campo descansara en el ida y vuelta interminable de Ugarte que se fue agotado y el trajinar de Valverde, al que se indica como poco participativo, cuando en realidad es un excepcional estratega que probó con remates de distancia sin éxito y sigue siendo un baluarte de la Selección.
Paraguay por intermedio de Enciso desvió un remate directo. Enseguida Suárez en la mejor ocasión de todo el partido, estrelló su media vuelta, recibiendo desde la derecha en una subida de Nandez, centro de Pellistri. De haber sido gol, era la noche perfecta.
Después fue Rochet que se lució ante Almirón en un mano a mano espectacular. Ya en el segundo tiempo, Paraguay llega con un pase largo que encuentra a la defensa de Uruguay totalmente ajena a la situación de juego y que quita con el pecho Rochet fuera del área. Minutos después Diego Gómez estrelló potente remate en el palo izquierdo sobre el arco Colombes que defendía Rochet.
La gente ya esperaba que terminara debido a que no se veía un equipo con posibilidades, sino que aparecía incontinente y desarreglado. Los cambios no fueron ni cerca solución y el empate terminó siendo un muy buen resultado que le permite seguir siendo escolta de Argentina en la tabla de posiciones.
El final tenía reservada la fiesta organizada para despedir de la Selección a Luis Suárez. Ex compañeros de Selección 2010, la generación Tabarez con él en cancha también y varios integrantes de aquel cuerpo técnico. Sus goles en pantalla, mensajes de figuras como Neymar, Messi y esa ocurrencia de ponerle nombre a un arco del Estadio denominándolo Luis Suárez. Siempre junto a su familia, esposa e hijos.
Muchos comentarios surgen de esto y de los cientos de goles que en esos arcos hicieron figuras, no de la selección, pero si del fútbol nuestro, que trajeron muchos títulos para alegría de buena parte de la afición. Sin embargo, parecería que opinar diferente es entrar en una polémica interminable.
La pregunta es ¿Cuál es el Suárez que recordaremos más?, el que se fue jovencito a Europa y formó una familia para abrirse camino, o el que en el 2008 se vino de Salto a Durazno, tímido como era a sus 21 años, a recibir el Charrúa de Oro al mejor deportista del año que le concedió el Circulo de Periodistas Deportivos, o el que anotó varios goles trascendentes en Sudáfrica 2010 y una picardía inteligente le salvó el torneo a Uruguay, colocándolo - por razones fortuitas como consecuencia del penal marrado -entre los 4 mejores.
O el Suárez de la Copa América explotando como figura y siendo el mejor jugador del torneo que ganó Uruguay. O el Suárez la noche ante Chile con 4 goles suyos, o el de los JJOO de Londres 2012, que integró la selección como ficha mayor, junto a Cavani, pero se vino sin hacer goles ni él ni su socio salteño, y quedamos eliminados en fase de grupos.
O está el Suárez que llega al Mundial 2014 entre algodones, pero genera una actuación sensacional ante Inglaterra y anota dos goles, el último, ya exhausto y casi acalambrado, para una victoria resonante.
Está el Suárez que le tira el tarascón a Giorgio Chiellini, el 26 de junio de 2014, y habiendo clasificado Uruguay eliminando a dos rivales europeos, ganando dos partidos seguidos ante rivales campeones del mundo, 44 años después de no ganarle equipos de Europa, termina denunciado, niega, niega, niega y termina suspendido de manera extensa por la FIFA.
Pocos recordarán que después de negar, una semana después, él publicó: "Después de unos días de estar en casa con mi familia he tenido la oportunidad de recuperar la calma y de reflexionar sobre la realidad de lo que sucedió en el partido Italia-Uruguay el 24 de junio. Con independencia de las polémicas y de las declaraciones contradictorias que se han producido durante estos días, todo ello sin haber querido interferir en el buen hacer de mi selección, lo cierto es que mi compañero de profesión Giorgio Chiellini sufrió en el lance que tuvo conmigo los efectos físicos de un mordisco y por ello: "Me arrepiento profundamente. Pido perdón a Giorgio Chiellini y a toda la familia del fútbol. Me comprometo públicamente a que nunca volverá a ocurrir un incidente como este con mi intervención".
El italiano aceptó las disculpas y pidió que se reduzca su sanción. La FIFA le impuso a Suárez una suspensión de 9 partidos con Uruguay y 4 meses de inhabilitación para cualquier actividad oficial, además de una multa de unos 110.000 dólares. Muchos dicen que la carta fue exigencia del Barcelona para que el pase saliera.
Nunca deberíamos olvidar que somos producto del entorno, de nuestra infancia y de la forma que nos abrimos camino en la vida.
Que tenemos derecho a equivocarnos. De hecho, todos nos equivocamos y cuando crecemos, miramos atrás y si pudiéramos enmendar los errores, lo haríamos. Suárez también hubiera deseado que algunas cosas no ocurrieran.
Suárez es al final, todos esos Suárez. Ahora maduro, con recorrido excepcional y sin la necesidad de todo el marketing que rodeó a su último partido de selección, solo resta decirle, gracias, siempre esperamos más de vos, y pedimos más de lo que podías dar. Así que, nuevamente, gracias.
Estadio: Centenario
Árbitros: Darío Herrera, Juan Belatti y Cristian Navarro (argentinos)
Uruguay (0): Sergio Rochet, Nahitan Nández, Sebastián Cáceres, Nicolás Marichal (46’ Santiago Bueno), Lucas Olaza (76’ Marcelo Saracchi), Federico Valverde, Manuel Ugarte (78’ Emiliano Martínez), Brian Rodríguez (79’ Facundo Torres), Facundo Pellistri (58’ Cristian Olivera), Luis Suárez y Maximiliano Araújo. Entrenador: Marcelo Bielsa.
Paraguay (0): Roberto Fernández, Gustavo Velázquez, Gustavo Gómez, Omar Alderete, Junior Alonso, Andrés Cubas (55’ Mathías Villasanti), Damián Bobadilla (80’ Wilder Viera), Diego Gómez (60’ Ramón Sosa), Miguel Almirón (80’ Alejandro Romero), Julio Enciso e Isidro Pitta (60’ Alex Arce). Entrenador:Gustavo Alfaro.
Ernesto Ortiz